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Queridos amiguitos y amiguitas…ya sé que he tardado un poco en volver a escribir una entrada en esta, nuestra comunidad, pero es que para variar he estado trabajando un poco. Después de unas semanas de no pegar ni golpe entre una cosa y otra, finalmente me he visto en la obligación de hacer algo productivo.

Por otra parte, después de sobrevivir a malvadas doctoras, lluvias y tifones, he pensando que una soleada mañana dominical como esta que ha amanecido hoy podría ser una buena ocasión para un poco del sentido del humor de la gente de estas tierras.

Suele ser un lugar común pensar que las gentes del Extremo Oriente (termino eurocéntrico cargado de tintes coloniales que abarca desde Myanmar -la antigua Birmania- hasta los confines de Indonesia incluyendo en él paises tan diferente como Tailandia, Vietnam o Japón y por supuesto ahí están China continental y Taiwan)  son misteriosas, inexpresivas y por extensión carentes de sentido del humor. «Yo nunca he visto a un chino reirse» me decía una catedrática de universidad no hace mucho.  Hombre, esaborios -que dirían en la tierra de mis padres- hay en todo el mundo y teniendo en cuenta la cantidad de gente con ojos rasgados que puebla el planeta seguro que muchos de ellos no tienen sentido del humor.

Personalmente, ya considero bastante gracioso esas estampas habituales en las calles de Taipei (y más todavía en las ciudades del sur de la isla) en las que la  madre lleve en su ciclomotor a sus dos pequeños, un enorme perro blanco y una bombona de butano. Pero como lo que importa suele ser lo que dice la televisión yo, en mi generosidad y para que seais mejores personas os traigo aquí, para vosotros, el caso que más chistes está generando en el último mes aquí en Taiwan.

Al lio…

El pasado 20 de mayo tomó posesión como presidente de la República de China (Taiwán) Ma Ying-jeou en un clima de crispación social y con su popularidad en mínimos históricos (para subir nota  y saber más sobre la movida política más ver el artículo de Xulio Rios al respecto aquí) este es el marco en el que se produjó el incidente…

Ma y su mujer desde que saltarán a la escena pública siempre se han distinguido por ser una pareja austera. Ella es famosa por su discrección y elegante saber estar, igualmente él siempre se ha mostrado como una persona atenta y considerada hacía su mujer…un perfecto gentleman que dirían los ingleses. Sin embargo, ese día, las cámaras captaron esta escena en el momento de la llegada de Ma al Palacio Presidencial para su toma de posesión…

Compruebese como, tras la entradilla de la noticia, podemos ver (a partir del segundo 46) detalladamente como Ma baja del coche con la tesión del momento grabado en su rostro, olvidandose de su mujer y siguiendo hacia adelante, ella por su parte se baja y luciendo carácter le dice: «¿Puedes esperarme un poco»? y luego añade, casí gritándole, ¡¡Qíguày e Ni!! que literalmente significa «Que raro eres», pero que en realidad debería interpretarse como ¡¡ DE QUÉ VAS!!.

Las imagenes, por supuesto, saltaron a los informativos nacionales, programas de diversión, concursos e internet…pero sobre todo la expresión Qíguày e Ni se ha convertido en la base de cuñas radiofónicas y chascarrillos populares de todo tipo. Vamos que, como dice el maestro Krahe, «en las antípodas todo es idéntico, idéntico a lo autóctono»